Teatre Circ estrena ‘Estiu i fum’, de Tennessee Williams en el Teatre Calderón
La cita es el sábado 3 de Diciembre a las 19:00 h.
Los trenes perdidos
Ximo Llorens
Verano y humo son dos palabras que sugieren un ambiente denso, y si forman el título de una obra de teatro de Tennessee Williams lo que pensamos de inmediato es que el ambiente va a ser, más que denso, irrespirable, asfixiante, un clima que acabará por estrangular los impulsos más naturales del ser humano. Por ejemplo, el impulso natural de amar. Ese clima opresor es físico y también es emocional. ‘Verano y humo’ se desarrolla como casi todas las acciones y situaciones que inventó el dramaturgo norteamericano en el espeso sur del Mississippi, en una población de aquel inmenso delta llamada Glorius Hill por la que pululan personajes que viven un presente siempre anclado en el pasado y carente de futuro, moldeados y constreñidos por unas tradiciones que marcan con una contundencia brutal y una opresión insoportable lo que está bien y lo que está mal, lo que es bueno y lo que es malo, lo que se debe hacer y lo que no debe hacerse nunca, un lugar en el que al hombre y a la mujer les resulta muy difícil ser ellos mismos.
En esa olla en combustión vive Alma Winemiller, la hija del severo y retrógrado predicador de Glorius Hill, enamorada desde niña de su vecino, John, el hijo del doctor de la localidad, y es en esas dos casas vecinas, separadas tan solo por una rotonda con una fuente y una estatua de un ángel que representa la eternidad, donde nace, se desarrolla, y acaba un drama causado por la pasión reprimida vuelta ira, por el amor cercenado convertido en desesperanza, por el deseo siempre contenido transformado en veneno ácido que consume a este inmenso personaje, uno de los considerados ‘grandes’ de la escena americana del pasado siglo XX.
La rectoría y el consultorio médico, dos casas enfrentadas en el escenario. El guiño de Tennessee Williams al choque esencial entre la religión y el conocimiento parece evidente. El destinatario imposible del amor abrasador que siente Alma es su vecino John, el hijo del doctor, un tipo deslumbrante y vital, demonizado por la buena sociedad de Glorius Hill, incluso por su propio padre, ante la vida de juergas, borracheras y furcias que no se preocupa en ocultar. El tormento de Alma es amar a un hombre así. Es víctima de sus propias convicciones, y en su tortura reacciona dañando todo cuanto toca, es, en definitiva, una mujer que acaba perdiendo todos los trenes.
Dándole la réplica a este intenso personaje femenino está John, que, diseñado por la imaginación del dramaturgo se muestra plural como un caleidoscopio de colores; es un juerguista, sí, es un individuo dedicado a consumir su existencia entre el juego, la seducción y el alcohol, sí, pero que encierra su grandeza que Tennessee Willians destapa en el momento oportuno. Dramáticamente oportuno, diría yo. Y al final, en la última escena, se regala al espectador un principio de calma, de asimilación de la realidad, de que, en última instancia todos nos vemos abocados a convivir con nuestra desgracia. Y en esa aceptación cabe una cierta sonrisa en los labios de Alma.
Este proyecto de Teatre Circ se presenta ahora al público tras varios meses de intenso trabajo y no pocos avatares, como siempre, por no saber muy bien dónde ensayar. Primero fue la generosidad del Col·legi Ovidi Montllor la que posibilitó los primeros ensayos en un local bajo que no reunía por desgracia las mínimas condiciones en términos de espacio; después, fue la generosidad de la Universitat Politècnica la que puso a disposición del grupo el escenario del salón de actos donde se ha llevado a cabo, básicamente, todo el montaje de esta obra teatral. Y la generosidad del ‘món de la Festa’, también, porque siempre hay una filà dispuesta a dejarte en un momento dado sus amplias instalaciones. El grupo alcoyano va a tener no obstante, la fortuna de disponer de tiempo holgado en el Teatre Calderón para preparar en las mejores condiciones el montaje ante el estreno ya inminente de la obra. Un plato teatral muy consistente. Una historia de amor, de pasiones, de prejuicios y de frustraciones, una amalgama de sentimientos intensos y desbordantes que dejan al ser humano a la deriva de sus propias emociones, trazado y edificado todo por la pluma magistral de un Tennessee Williams que supo dar vida, como pocos, a los fantasmas de su propia existencia.
Fuente: Teatre Calderón d'Alcoi