BERTIN OSBORNE Y ARÉVALO SE METEN EN EL BOLSILLO
AL PÚBLICO ALICANTINO
La noche ya se preveía imprevisible. A los tradicionales acordes anunciando que faltaban cinco minutos para el inicio del espectáculo y solicitando el apagado de los teléfonos móviles les siguieron varios avisos, esta vez con distintas voces (las de los dos artistas), anunciando que faltaban 4, 3, 2, 1... y en cada uno de ellos recordando al publico el tema de los móviles, eso sí, de una forma digamos algo "distinta" a la habitual.
El Principal registraba una entrada soberbia en la función de las 18:00 h. del domingo, a la cual tuvimos el placer de asistir. Más de un 95% del recinto lleno (alcanzaría cotas cercanas al 100% pasados unos minutos) que justificaban el anuncio, una semana antes, de que se había ampliado a una función más las representaciones que se iban a llevar a cabo para que el público alicantino pudiera disfrutar de estos dos grandes (aunque uno sea pequeñito) del humor, la canción y el buen hacer.
Y de repente salieron al escenario. Bueno, eso es más bien una frase hecha poco aplicable en este caso. Aparecieron por el pasillo principal, desde la entrada, discutiendo por llegar siempre tarde. El público les recibió con una tremenda ovación: todos estaban ya entregados desde el primer minuto.
Lo primero que hizo Arévalo al subir al escenario y dirigirse al público asistente fue dar un aviso a navegantes: no iba a ser una función cómica "al uso", ni un bodevil o cualquier otro tipo de representación. Sólo podían prometer un espectáculo cercano, familiar, alegre. Cierto al cien por cien. La complicidad con el público era total, riendo a carcajadas y aplaudiendo cada sketch, cada gag, cada canción.
Durante el espectáculo narran en tono humorístico y disparatado (rayando en ocasiones lo hilarante) cómo descubrieron que eran mellizos, sus orígenes... hasta casi conseguir demostrarlo. Vamos, un despropósito increíble.
Tras un monólogo inicial de Arévalo durante el cual aparecieron sus conocidos chistes de gangosos y borrachos, hizo su aparición el Bertín Osborne de siempre. Galan de buena planta, alto y esbelto como contrapunto de su "hermano mellizo", achaparrado y rellenito (por ser gentil). Bertín hizo gala de su aún potente voz, cantando con el público "Buenas Noches Señora" y "Amor Mediterráneo". El respetable a su vez le acompañó y coreó ambas canciones, cantando a solas los estribillos más conocidos para orgullo de Bertín. Fin de la historia: ya no había hielos que romper. Público, cantante y cómico, todos estaban en la misma onda.
Bertín hizo un repaso de sus inicios como cantante, negocio en el cual lleva ya treinta años. Una cosa lleva a la otra y los recuerdos hacen que traiga ante el público una anécdota de su juventud. Pero no es un chiste, no es un monólogo, no es una gracia: es una anécdota propia, tan divertida como real. Y, conociéndole, uno podía imaginarse perfectamente la escena. Las carcajadas llenaban el Principal.
En ese momento Arévalo vuelve a entrar en escena para contar, casi a dúo, como si fuera un recuerdo compartido por dos hermanos, cómo fue su parto. Sí, han oído bien: su parto. Imagínense...
El espectáculo iba alcanzando su punto álgido y, acompañados simpre por las notas del piano de cola del Maestro Franco Castellani, surge la sorpresa de la noche: Arévalo se atreve a cantar "Buenas Noches Señora". A su estilo, haciendo sus gracias y sus burlas al estilo de su "hermano", pero con una voz sorprendente. Faceta desconocida de este gran cómico español.
Por último vienen dos canciones más cantadas entre Bertín y Arévalo. Primero "What a Wonderful World", de Louis Armstrong (increíble ver a Arévalo cantando en "su" inglés...). Después, la ranchera "El Rey". En ambas interpretaciones Bertín no podía casi ni mirar a Arévalo, pues le daba la risa en el escenario (¡se lo pasan en grande juntos!). Una gozada.
El resumen: dos horas sin parar de reir en las que además se descubre una faceta verdaderamente amable de ambos artistas que, quizás por la frialdad y el efecto lejano de la televisión, no siempre se puede apreciar si no es en el cuerpo a cuerpo. Grandes ambos y grande el Teatro Principal de Alicante por apostar por este tipo de espectáculos. Reír es algo que nos hace falta a todos en estos tiempos.